El sonido no es intrínsecamente espacial, pero siempre se desarrolla en un espacio. La manera en que el sonido se relaciona con los espacios donde es difundido genera un fenómeno llamado “ondas estacionarias” que son lugares donde se concentra la suma de presiones del sonido que rebota, esto crea irregularidades en la experiencia de escucha, en otras palabras el espacio filtra y modifica la manera en escuchamos según su forma y los materiales de los que está constituido.
Íntimos Solfeos es una obra colaborativa que se trabajó en un edificio de interés social (Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco) en donde todos los departamentos tienen la misma forma, por lo que las diferencias acústicas entre ellos radica en la manera en que las personas habitan sus espacios; estas esculturas sonoras han sido modeladas por las necesidades específicas y afectividades de sus habitantes. Esta obra pretende mostrar las radiografías sonoras de estas historias codificadas a manera de solfeo generando partituras visuales que sólo podrán ser descifradas por la comunidad de ese edificio, así que no solo nos adentraremos a algunos departamenteos de Tlatelolco, sino que nos pondremos las orejas de sus habitantes para concer sus historias. Se generarán neumas que no indicarán alturas o duraciones sonoras, sino sueños, recuerdos, deseos, anhelos y todas esas cosas que terminan de definir la parte más íntima de la arquitectura.